T5: Cuestiones fuentes de radioactividad y efectos

T5: Cuestiones fuentes de radiación:

· Fuente natural: Radón. (Fuente: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs291/es/)

Al aire libre, el radón se diluye rápidamente, tiene concentraciones muy bajas y no suele representar ningún problema. La concentración media de radón al aire libre varía de 5 Bq/m³ a 15 Bq/m³. En cambio, en espacios cerrados, las concentraciones de radón son más elevadas, en especial en lugares como minas, cuevas y plantas de tratamiento de aguas, donde se registran los niveles más altos. En edificios (como viviendas, escuelas y oficinas), las concentraciones de radón varían de 10 Bq/m³ hasta más de 10 000 Bq/m³.

El riesgo de cáncer de pulmón aumenta en un 16% con cada incremento de 100 Bq/m³ en la concentración media de radón a largo plazo. La relación dosis-respuesta es lineal: por ejemplo, el riesgo de cáncer de pulmón aumenta de manera proporcional al aumento de la exposición al radón.

Como conclusión deducimos que la actividad del Radón, entre otras cosas, depende del espacio o lugar en donde se esté expuesto, ya que su concentración por metro cúbico de aire es mucho menor en un espacio abierto (el Radón esta mucho menos concentrado) que en un espacio cerrado (cuanto más cerrado, mayor concentración, es decir, en una mina subterránea habrá una actividad mayor que en un edificio normal).

· Fuente artificial: Fumar tabaco. (Fuente: http://www.ugr.es/~amaro/radiactividad/tema7/node11.html)

Fumar es una actividad de riesgo radiactivo, ya que las plantas de tabaco, además de cancerígenos como el alquitrán, absorben elementos radiactivos del suelo (²¹⁰Pb y ²¹⁰Po, que son productos de la desintegración del ²²²Rn) y los concentran en sus hojas, liberándose después al quemarse en el acto de fumar y quedando depositados en los pulmones del fumador y de quien se encuentre a su alrededor.

Un fumador habitual absorbe del orden de 0.08 Sv/año (8000 mrem al año), lo que incrementa en un 0.08% la probabilidad de contraer cáncer mortal cada año (esta probabilidad se acumula) solamente por la radiactividad del tabaco.

Por lo tanto, el hecho de fumar puede producir cáncer tanto por su composición de sustancias cancerígenas como por los elementos radiactivos que contiene.